La diócesis de Baní acaba de celebrar sus bodas de plata, cuyos actos religiosos fueron aprovechados por el obispo de Baní, Freddy Bretón, para pedir bendiciones a favor de la sede eclesiástica y la comunidad, en particular el plan de pastoral y la misión permanente.
La diócesis de Baní fue creada el 8 de noviembre de 1986 por el Papa Juan Pablo II, quien otorgó su conducción a su primer obispo, monseñor Príamo Pericles Tejeda Rosario, quien permaneció en oficio desde 1987 a 1997, cuando por motivos de salud tuvo que dejar el gobierno pastoral.
Tras la salida de monseñor Tejeda Rosario, Juan Pablo II nombró obispo sucesor a Freddy Antonio de Jesús Bretón, que tomó posesión el mismo día de su ordenación episcopal, el sábado 19 de septiembre de 1998.
La diócesis fue creada mediante la Bula Spiritali Christifidelium, con territorio que se desmiembra de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
La diócesis de Baní tiene una extensión de 2.881.44 kilómetros cuadrados y una población de 805.449 habitantes, según datos preliminares del censo de 2010, distribuidos en las provincias Peravia, San Cristóbal y San José de Ocoa.
Con el obispo diocesano colabora un presbiterio compuesto por 38 sacerdotes, nueve diáconos permanentes, y se preparan para el sacerdocio 17 seminaristas. Cuenta con un monasterio contemplativo de Carmelitas Descalzas y realizan su labor apostólica en la diócesis 72 religiosas pertenecientes a 15 institutos religiosos.
Las oficinas centrales del obispado de Baní están ubicadas en la calle Sánchez, al lado de Catedral Nuestra Señora de Regla, frente al parque municipal. Ahí están la Vicaría General, la Vicaría de Pastoral, la Cancillería y los demás organismos de la Curia Diocesana.
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