Con una multitudinaria procesión que concluyó en la Catedral Primada de América, la Iglesia Católica clausuró anoche el año jubilar y la concelebración de los 500 años de la fundación de las iglesias de Santo Domingo, La Vega y San Juan Puerto Rico. Cientos de feligreses se concentraron ayer en el quintocentenario y allí, el arzobispo de Santo Domingo, Nicolás de Jesús Carenal López Rodríguez, dio la bienvenida al enviado de Su Santidad para tal celebración, el cardenal Carlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla. Para la ocasión el antiquísimo templo cristiano fue remozado con alfombras y adornos florales, en un recinto abarrotado de feligreses, con una gran presencia de parroquianos que debieron quedarse en la explanada, ante la multitud que llenó los interiores.
López Rodríguez dijo que el año jubilar que anoche clausuraban había sido una verdadera bendición para la Arquidiócesis de Santo Domingo y para República Dominicana, ya que todas las diócesis del país habían peregrinado hacia la Catedral. Reflexionó que un cálculo muy objetivo le permitía asegurar que unas 200,000 personas habían pasado por la Catedral en este año que concluía.
“Ayer mismo tuvimos aquí unos 1,500 jóvenes que quisieron participar de la eucaristía y recibir la bendición antes de salir para varias diócesis de España, cuyos obispos los invitaron a compartir con los jóvenes de sus iglesias particulares como preparación para la Jornada Mundial de la Juventud. De la República Dominicana irán a la misma, cerca de dos mil jóvenes”, significó el Cardenal. La misa de acción de gracias fue dirigida por el arzobispo emérito de Sevilla, quien hizo una exhortación a una nueva evangelización, porque la Iglesia, según sus reflexiones en la homilía, necesita de una nueva evangelización. Una nueva evangelización que llama al trabajo sin descanso, a la integración y al perdón.
“La Iglesia no existe para claudicar, ni para adaptarse, sino para hacer cumplir la voluntad Dios. Nosotros somos la voz, Jesucristo es la Palabra”, proclamó Amigo. Para él enviado del Papa Benedicto XVI el problema actual del hombre contemporáneo es su distanciamiento de Dios.
Dijo que la historia hay que leerla desde la fe.
“Pero no pretender cambiar la fe para hacer la historia. Porque esta es historia de salvación. Porque nosotros, obispos, sacerdotes, diáconos, somos la voz; pero solamente Cristo es la Palabra. Llegaron los que tenían que traer la voz, pero hablaban con palabras de Cristo. Por lo que vivían la palabra de Cristo”, proclamó. En la Catedral estuviron el vicepresidente Rafael Alburquerque y su esposa Martha de Alburquerque, además el nuncio apostólico Jozef Wesolowski y una nutrida de representación del clero del país, entre obispos, sacerdotes diáconos. El acto litúrgico concluyó con un Tedeum y un ceremonial cristiano que cerró al despuntar las primeras horas de la noche.
LAS RAZONES HISTÓRICAS
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez explicó, en el introito de su discurso que se cumplían los 500 qaños de la creación de las tres primeras diócesis de América, Santo Domingo y La Vega, en la isla llamada La Española, por el almirante Cristóbal Colón y San Juan, en la vecina isla de Puerto Rico, mediante la Bula Romanus Pontifex, del 8 de agosto de 1511 del Papa Julio II.
Dijo que esa Buls sustituyó otra del mismo Papa “Illius fulciti praesidio”, del 15 de noviembre de 1504, por la que se creaban tres diócesis en la Española, Hyaguata, que sería la sede metropolitana, en la cual está el puerto llamado de Santo Domingo.
Y dos sufragáneas, Maiguá y Bainoá.
Esa primera Bula no fue aceptada por la corona porque no se contó con el patronato regio para crearlas. Siete años después se procedió a la creación de las tres diócesis antes mencionadas.
