La Comisión Diocesana de la Pastoral Social y Medio Ambiente de la Diócesis de La Vega, teniendo en cuenta que la tierra con sus bienes son patrimonio de la humanidad y herencia que recibimos de nuestros mayores, que debemos administrar y distribuir con justicia y equidad, y transferir a los que nos sucedan, no deteriorada, sino al contrario mejorada.
La Doctrina Social de la Iglesia enfatiza que “una correcta concepción del medio ambiente no puede reducir utilitariamente la naturaleza a un objetivo de manipulación y explotación” (DA 6). Por el contrario, “la intervención del ser humano en la naturaleza se debe regir por el respeto a las otras personas y sus derechos y por el respeto hacia las demás criaturas vivientes” (DA 7). Ello implica también la responsabilidad de que las generaciones futuras pueden heredar una tierra habitable. “No tenemos derecho a explotar los recursos de la tierra, arrasando irracionalmente las fuentes de la vida” (DA 407).
Estamos conscientes de que debemos educar a todos en el valor de la vida y la interdependencia de los diversos ecosistemas. Y apoyar de palabra y obra la reforestación de las cuencas hidrográficas y las márgenes de los ríos y cualquier otro programa tendente a reparar la naturaleza dañada por la mano del hombre.
Rechaza la disposición gubernamental de permitir la extracción de materiales del cauce del Rio Camú, por el daño causado al lecho del mismo y por ser una actividad en manos de particulares, con fines puramente comerciales que destruyen lo poco que queda del Rio Camú, e impiden que La Vega reciba el liquido preciado para sus moradores y lo necesario para la agricultura de nuestra región.
Llama a las autoridades competentes a atender los reclamos de instituciones veganas, conformadas por personas conscientes y de probada, buena voluntad, que aman su lar nativo y velan por su cuidado.
Y solicita proteger con gaviones, o las márgenes del rio, para evitar las inundaciones en las vivencias, puentes, carreteras y predios agrícolas y promover acciones de auxilio a los moradores y sus familias en las zonas de peligro.
Pidiendo a Dios que ilumine nuestras conciencias y fortalezca nuestras voluntades en este mes de la familia. Y que el amor a esta querida ciudad y región nos inspire las mejores intenciones de armonía y unión, para ofrecerlas a La Vega, a favor de los más necesitados.
Dado en La Vega, Sede del Obispado, 08 de Noviembre del 2011.
+ Antonio Camilo González
Obispo de La Vega
P. Robinson Mejía P. José Domingo Meléndez
Pastoral Social Pastoral Medio Ambiente
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